PARADERO DE LA MALA MARIA
Si querés encontrarla tenés que buscarla en cada botella.
Disfrutamos de la libertad de recorrer viñedos aprendiendo de la historia de sus trabajadores, mujeres y hombres que llevan una vida cultivando los viñedos más diversos de Mendoza. Tenemos la inigualable posibilidad de afianzar lazos con nuestros productores y la libertad de encontrar nuevas uvas que ir sumando al equipo de La Mala.
Nos divertimos conviviendo en la misma bodega que otros pequeños productores y logrando sinergias a partir de esto. También experimentamos otras interpretaciones del vino en un atelier perdido (la vermu de La Mala). Para luego descansar un lugar con humedad y temperatura controlada, hasta que llegue la hora de salir a robar paladares.
Somos fugitivas de la monotonía, por eso sólo paramos en cada botella.